Para conformar una alternativa al PSOE de Extremadura lo primero que hay que hacer es "hablar en plata"
Pienso que en Extremadura sería más sencillo echar a andar la Iniciativa 15% de la que ayer proponíamos su renacer (https://bit.ly/3fnFEvs).
Aquí llevamos 40 años de asentamiento de un sistema bastante solariego (en su acepción de vetusto, viejo, pasado, añejo, arcaico, antediluviano, anticuado, trasnochado, desusado, ...). Conceptuamos así, como solariego, por denominarlo de alguna manera más eufemísticamente amable, lo que lleva haciendo el PSOE al frente del gobierno de la región.
La cuestión y clave es que la oposición esté dispuesta a ponerse al servicio de la ciudadanía. Pues haciendo lo que hacen llegan a dónde están ahora, que es el espacio del pataleo y no de la alternativa de gobierno.
Más que una labor de desgaste de los actuales gobernantes, se trata de conformar una alternativa creíble y que arraigue en la gente. Actualmente les falta un 15% de electorado. Para ello lo primero que hay que hacer es "hablar en plata", esto es, de una manera clara, directa, sin rodeos y con rotundidad con aquellos partidos políticos llamados o interesados en conformar una alternativa política al decadente PSOE de Extremadura.
Lo primero que deben de hacer es dejarse de tanta muletilla ideológica en su lenguaje. Tengamos en cuenta que siempre suele ganar la opción política que más se parece a la gente en su lenguaje y comportamientos. Además no se pide mucho, pues no se trata de ser el mejor, sino en ser percibido, al menos, como el menos malo.
Hay que tener en cuenta también que cerca del 70% de los españoles sienten bastante recelo, desconfianza y desapego a la política. Y casi el 50% de los españoles sitúan a la política como uno de sus principales problemas. Con estas variables, lo único que generaría resultados prácticos para llevar a cabo un cambio de escenario político e institucional en la Junta de Extremadura sería basar todo en hechos constatables. Centrar todas las ideas fuerzas en evidencias y realizaciones prácticas.
Parte del éxito de Ayuso, Aguado, Almeida y Villacís en Madrid se debe a esto. Almeida fue el primero que lo vio claro y su programa electoral estaba plagado en las pasadas elecciones municipales de compromisos en este sentido. Programa electoral y estrategia a la que rápidamente se sumó inteligentemente Ayuso y de ahí los resultados obtenidos. Compromisos electorales que Ayuso, Aguado, Almeida y Villacís están transformando en hechos en su legislatura y eso es lo que ve y aprecia la gente y se refleja en las encuestas electorales.
Esa línea de cercanía con la gente, con los problemas de la gente y con las soluciones a esos problemas concretos de la gente es lo que marca la diferencia. Si se trabaja en esa línea se acierta y si no se hace así se padece ese ofuscamiento y desorientación en el que vive el PSOE de Madrid.
En estos tiempos, como indica el historiador Niall Ferguson, no hay respuestas progresistas o conservadoras, sino "inteligentes o estúpidas". Hay que mostrarse inteligentes, dejar atrás las mochilas ideológicas, y ponerse a dar pedales para generar un crecimiento económico como desea la gente. Un crecimiento económico que sea respetuoso con el medioambiente y con los seres humanos. Un crecimiento económico en el que todos sean parte del mismo equipo. Un crecimiento económico en el que empresarios y trabajadores sean aliados que se respeten y no entes antagónicos que se combatan.
Se requieren y necesitan realizaciones prácticas, inversiones y agudizar el ingenio. Las metodologías tienen que cambiar. El modelo social y jurídico de servidumbre denominado "siervos de la gleba" funcionó en la Edad Media; pero no es práctico en pleno siglo XXI. Los partidos deben de cambiar, así como las instituciones en su relación con los administrados. Todos deben de esforzarse en lograr mayores consensos y dejarse evaluar.
Las contiendas, justas y los torneos que a diario vemos oficiar a los partidos políticos entre ellos, muchas veces desvinculados de la realidad, es otra herencia de la Edad Media que también está obsoleta y hay que abandonarla. El "hooliganismo" político ha de ser desarticulado. Hay que saber delimitar los ámbitos y explicarlo bien a la ciudadanía para que claramente lo entienda.
Firmeza en defender las posiciones propias, que cada día deben de coincidir más con las de la ciudadanía; pero también capacidad para llegar a acuerdos y consensos por el bien común de los administrados. Por cierto, Almeida es el artífice del mayor consenso alcanzado en Madrid y siempre que habla lo hace con argumentos y sin estruendo. Pero el mayor encanto de Almeida y Villacís, como de Ayuso y Aguado, está en su eficacia práctica para ejecutar iniciativas y proyectos prácticos y tangibles para la ciudadanía.
A mayor capacidad para escuchar y atender lo que dice la gente, consensuando con quién no esté de acuerdo, mayores resultados se logran. Este es el espíritu que se está abriendo paso en los actuales tiempos políticos. El zeitgeist de esta próxima década es este y no otro.
Estas son algunas ideas que dejo a vuestro mejor criterio.
Por Javier Caso Iglesias
Apasionado del análisis y la consultoría política y electoral
Aquí llevamos 40 años de asentamiento de un sistema bastante solariego (en su acepción de vetusto, viejo, pasado, añejo, arcaico, antediluviano, anticuado, trasnochado, desusado, ...). Conceptuamos así, como solariego, por denominarlo de alguna manera más eufemísticamente amable, lo que lleva haciendo el PSOE al frente del gobierno de la región.
La cuestión y clave es que la oposición esté dispuesta a ponerse al servicio de la ciudadanía. Pues haciendo lo que hacen llegan a dónde están ahora, que es el espacio del pataleo y no de la alternativa de gobierno.
Más que una labor de desgaste de los actuales gobernantes, se trata de conformar una alternativa creíble y que arraigue en la gente. Actualmente les falta un 15% de electorado. Para ello lo primero que hay que hacer es "hablar en plata", esto es, de una manera clara, directa, sin rodeos y con rotundidad con aquellos partidos políticos llamados o interesados en conformar una alternativa política al decadente PSOE de Extremadura.
Lo primero que deben de hacer es dejarse de tanta muletilla ideológica en su lenguaje. Tengamos en cuenta que siempre suele ganar la opción política que más se parece a la gente en su lenguaje y comportamientos. Además no se pide mucho, pues no se trata de ser el mejor, sino en ser percibido, al menos, como el menos malo.
Hay que tener en cuenta también que cerca del 70% de los españoles sienten bastante recelo, desconfianza y desapego a la política. Y casi el 50% de los españoles sitúan a la política como uno de sus principales problemas. Con estas variables, lo único que generaría resultados prácticos para llevar a cabo un cambio de escenario político e institucional en la Junta de Extremadura sería basar todo en hechos constatables. Centrar todas las ideas fuerzas en evidencias y realizaciones prácticas.
Parte del éxito de Ayuso, Aguado, Almeida y Villacís en Madrid se debe a esto. Almeida fue el primero que lo vio claro y su programa electoral estaba plagado en las pasadas elecciones municipales de compromisos en este sentido. Programa electoral y estrategia a la que rápidamente se sumó inteligentemente Ayuso y de ahí los resultados obtenidos. Compromisos electorales que Ayuso, Aguado, Almeida y Villacís están transformando en hechos en su legislatura y eso es lo que ve y aprecia la gente y se refleja en las encuestas electorales.
Esa línea de cercanía con la gente, con los problemas de la gente y con las soluciones a esos problemas concretos de la gente es lo que marca la diferencia. Si se trabaja en esa línea se acierta y si no se hace así se padece ese ofuscamiento y desorientación en el que vive el PSOE de Madrid.
En estos tiempos, como indica el historiador Niall Ferguson, no hay respuestas progresistas o conservadoras, sino "inteligentes o estúpidas". Hay que mostrarse inteligentes, dejar atrás las mochilas ideológicas, y ponerse a dar pedales para generar un crecimiento económico como desea la gente. Un crecimiento económico que sea respetuoso con el medioambiente y con los seres humanos. Un crecimiento económico en el que todos sean parte del mismo equipo. Un crecimiento económico en el que empresarios y trabajadores sean aliados que se respeten y no entes antagónicos que se combatan.
Se requieren y necesitan realizaciones prácticas, inversiones y agudizar el ingenio. Las metodologías tienen que cambiar. El modelo social y jurídico de servidumbre denominado "siervos de la gleba" funcionó en la Edad Media; pero no es práctico en pleno siglo XXI. Los partidos deben de cambiar, así como las instituciones en su relación con los administrados. Todos deben de esforzarse en lograr mayores consensos y dejarse evaluar.
Las contiendas, justas y los torneos que a diario vemos oficiar a los partidos políticos entre ellos, muchas veces desvinculados de la realidad, es otra herencia de la Edad Media que también está obsoleta y hay que abandonarla. El "hooliganismo" político ha de ser desarticulado. Hay que saber delimitar los ámbitos y explicarlo bien a la ciudadanía para que claramente lo entienda.
Firmeza en defender las posiciones propias, que cada día deben de coincidir más con las de la ciudadanía; pero también capacidad para llegar a acuerdos y consensos por el bien común de los administrados. Por cierto, Almeida es el artífice del mayor consenso alcanzado en Madrid y siempre que habla lo hace con argumentos y sin estruendo. Pero el mayor encanto de Almeida y Villacís, como de Ayuso y Aguado, está en su eficacia práctica para ejecutar iniciativas y proyectos prácticos y tangibles para la ciudadanía.
A mayor capacidad para escuchar y atender lo que dice la gente, consensuando con quién no esté de acuerdo, mayores resultados se logran. Este es el espíritu que se está abriendo paso en los actuales tiempos políticos. El zeitgeist de esta próxima década es este y no otro.
Estas son algunas ideas que dejo a vuestro mejor criterio.
Por Javier Caso Iglesias
Apasionado del análisis y la consultoría política y electoral